Las sembradoras neumáticas de siembra tradicional para cereales Larrosa van equipadas con un semichisel delantero que va arando la tierra y, después, pasan los brazos de la sembradora, los cuales son inclinados hacia detrás y se autorregulan, dejando la semilla a la altura ideal; y pueden llevar llevar rulos traseros lisos o de barras.
La reja ejerce una presión fuerte y va haciendo un surco con el fondo apretado, como si pisara una rueda. Este surco es bastante ancho y la semilla queda esparcida sobre el surco. No quedan granos juntos en una línea estrecha, sino separados y extendidos, sin tocarse unos a otros.
Al final, el sembrado ocupa casi todo el suelo sin apenas dejar tierra entre línea y línea. Y el resultado, al nacer, es muy espeso. Cada planta tiene su parte de tierra y el sembrado crecerá con más fuerza que si los granos se estuvieran tocando en una línea estrecha.
Además, como los brazos van inclinados nunca se clavan más de lo necesario aunque el terreno esté desnivelado. Y tampoco se enganchan, ni en piedras ni en restos (la máquina va siempre limpia).